jueves, 27 de octubre de 2016

La casa Barragán / Rodríguez en la calle de Jalapa.




En 1918 el senador Juan F. Barragán Anaya hizo una extensa ampliación a una casa diseñada por José G. De la Lama, que había adquirido para su esposa -María Magdalena Rodríguez Ortiz de Zárate- en la Colonia Roma; la intervención que estuvo a cargo del ingeniero José A. Cuevas y del arquitecto Francisco Centeno, subsiste hasta nuestros días –con algunas modificaciones– en el número 43 de la calle de Jalapa.


La ampliación adquiere particular relevancia por la escalera helicoidal “al aire” – sin apoyos intermedios y fabricada exclusivamente en madera ensamblada– que comunica la planta principal con los pisos altos y que fuera diseño en 1917 del arquitecto Francisco Centeno de Ita, conocido en la escuela de Bellas Artes de la Academia de San Carlos por “…sus finas monteas de Geometría Descriptiva…” y que diez años más tarde sería designado por el Consejo Universitario, primer director de la Escuela Nacional de Arquitectura.




Don Juan F. Barragán Anaya nació en Ciudad del Maíz -San Luis Potosí-, fue hijo de Francisca Anaya y del licenciado Juan B. Barragán (1826-1882), uno de los diputados constituyentes de la carta de 1857 y gobernador de San Luis Potosí en 1869. Casó con María Magdalena Rodríguez Ortiz de Zárate (1862-1961), uniendo así dos ramas de la descendencia de Moctezuma II (Motecuhzoma Xocoyotzin padre de Isabel Moctezuma Tecuichpo Ixcaxochitzin) que desde Pedro Gallego de Andrade -cuarto esposo de doña Isabel Moctezuma-, habitaron en Barragán, del Valle del Maíz -San Luis Potosí- y de cuya unión nació Juan Andrade Moctezuma y cuya línea albergó la casa hasta 1976.


Arriba, el licenciado Juan B. Barragán en 1875. Abajo en una imagen de 1878, aparecen María Magdalena Rodríguez Ortiz de Zárate y Juan F. Barragán Anaya con sus primeros cinco hijos; a la extrema derecha, Concepción Barragán Rodríguez (1880-1916) la mayor, entre sus padres Carmen Barragán Rodríguez (1882-1893), a la extrema izquierda Guadalupe Barragán Rodríguez (1884-1976), y al frente -de pie entre sus padres- María de los Dolores Barragán Rodríguez (1886-1976) que casaría el 30 de agosto 1907 con Mariano Moctezuma Barragán (1877-1942) y cuya descendencia conservaría la casa de Jalapa 43 hasta el inicio del Siglo XXI; sentado en la pierna de su padre, Miguel Francisco Barragán Rodríguez (1887-1917).


Juan F. Barragán Anaya -dueño del Rancho El Carrizal, en el Partido de Hidalgo- fue Jefe de Hacienda en San Luis Potosí y Querétaro; Tesorero General del Estado de San Luis Potosí; diputado propietario del 6º distrito electoral y luego senador propietario por el primer distrito y por el 5º Distrito de San Luis Potosí. Durante el régimen del Gral. Victoriano Huerta, fue miembro del Colegio Electoral de su Partido, así como representante ante el Congreso Constituyente. Al incorporarse sus hijos Juan y Miguel a la Revolución, fue perseguido por el gobierno Huertista y tuvo que salir del país, refugiándose en la Habana. Su esposa María Magdalena Rodríguez mantendría su vivienda en la casa de Jalapa 43 y haría de la morada sitio de desvelo en la Colonia Roma de 1920...




Nos dice Edgar Tavares que “Las joyas del reordenamiento urbano del Porfiriato, fueron las colonias Cuauhtémoc, Juárez, Condesa y Roma. Ésta última es contemporánea de la Condesa y se fraccionó a partir de 1902 sobre los terrenos que para sí se reservaba al casco de ésa hacienda (donde hoy se encuentra la embajada de la Unión Soviética)”. Los terrenos donde se fraccionó la Colonia Roma pertenecieron al “Potrero de ROMA o Romita”, un vetusto asentamiento al noreste del fraccionamiento que recibía ese nombre por ser un asentamiento ROMA o “Romanish” (uno de los apelativos de la comunidad Tzingara o Gitana), del que derivó su peculiar designación, agrupada en torno a la pequeña capilla dedicada a San Francisco Javier, edificada ésta sobre lo que de origen fuera un islote cercano a Tenochtitlan, núcleo del pueblo prehispánico de Aztacalco y vocablo náhuatl que probablemente significa “en la casa de las garzas”...



Al sur oriente de ese asentamiento, se trazó en 1901 la nueva “Colonia Roma”, parte de la aventura de la Compañía de Terrenos de la Calzada de Chapultepec, S.A. Abajo, un fragmento del plano de la Ciudad de México para 1907, en que aparece el nuevo fraccionamiento…



Se dice que los nombres de las calles fueron propuestos por Edward Walter Orrin, Presidente de la Compañía de Terrenos de la Calzada de Chapultepec, S.A., y propietario del Circo Orrin, (cuya carpa se encontraba en el terreno que hoy ocupa el Teatro Blanquita), que además regaló esculturas de leones para adornar la calle de Orizaba. El trazo de la colonia se atribuye a Cassius Clay Lamm y Lewis Lamm Payne, accionistas del proyecto y que además edificarían varias de sus casas.



En esa Colonia Roma, con “calles de asfalto, anchas banquetas con arbolado, agua, parque y mercado”, se habían erigido algunas espectaculares residencias, como muestra de lo que debía ser la tónica a seguir por los habitantes del fraccionamiento.



Destacaba en la esquina de las calles Puebla y Mérida la sorprendente casa de Mr. Edgard N. Brown - entonces Presidente de Ferrocarriles Nacionales-, que con muros de piedra aparente y techos de teja verde, resultaba particularmente memorable…


Luego de servir por varios años como escuela, fue desmontada y reedificada en un promontorio del amplio terreno lindante con la parte alta del Paseo de la Reforma en la zona de Lomas Altas, en una calle que apropiadamente se llama “Cerrada del Castillo”; se conserva como pieza central de lo que sería el fraccionamiento Real de las Lomas y en lo que hoy se conoce como “La Loma” con acceso desde Rivera de Cupia o Paseo de los Ahuehuetes.

El propio Lewis Lamm Payne habitaba sobre la calle de Córdova -esquina con Puebla- en una residencia “tipo americano” que servía además como muestra de las edificaciones que Cassius Clay Lamm producía…



Ese eclecticismo imperante durante los primeros años del Siglo XX se veía complementado con las fastuosas construcciones en derredor del “Parque Roma” que mostraba por un lado el “Edificio Roma” de departamentos, en la esquina de las calles Parque Roma (ahora Río de Janeiro) y Durango, diseñado en 1908 por el ingeniero Randolph A. Pigeon en un dramático estilo que ostenta elaborado trabajo en el aparejo de tabique rojo, y que recuerda el "Midland Hotel & St. Pancras Station" de Londres…



Y justo enfrente, en la esquina opuesta desde donde se tomó la fotografía de arriba, la magnífica residencia, de estilo “liberty”, con el número 43 de Parque Roma, esquina con Orizaba, que mostraba orgullosa la influencia de la “Esposizine Internazionale D’Arte Decorativa Moderna” de 1902 en un diseño de Arnold Spinelli…


Lamentablemente la casa fue destruida y sustituida por varios edificios de poco interés.

Podemos terminar esta descripción con dos residencias más, que reflejan ese multifacético eclecticismo de la Colonia Roma en las primeras décadas del siglo XX, edificadas éstas sobre la propia calle de Jalapa, por el ingeniero Severo Esparza una y los arquitectos Mascanzoni y Spinelli la otra -en los números 44 y 46-, justo frente a la casa que nos ocupa.


Ambas estructuras se mantienen en pié, aunque con varias alteraciones (a la primera se le retiró la techumbre y amplió con poca congruencia), como parte de las instalaciones del Instituto Pedagógico Anglo Español.

Así era el entorno en que para 1907 se edificó la casa de Jalapa N° 43, estructura que en 1918 se ampliaría sobre la primera cimentación compensada y que más tarde sería protagonista de una interesante escena durante el México de fin de proceso revolucionario mexicano…



Sobre un predio con 22m de frente hacia la calle de Jalapa y superficie cercana a los 950m², se edificó en 1907 una residencia moderna “a la manera americana”, siguiendo un ecléctico diseño del arquitecto J. G. De la Lama en colaboración con E. Zwicker. Aunque la Colonia Roma de nuestros días difiere enormemente de aquella de hace 110 años, abajo aparece una imagen de Google-maps que ayuda a identificar el predio edificado por De la Lama/Zwicker.



La mancuerna se había popularizado al edificar pequeños conjuntos de “casas juntas” en la Colonia Americana –rebautizada en 1910 como Colonia Juárez– y después en la Colonia Roma, con inmuebles que a pesar de sus reducidas dimensiones, se mostraban abundantes en referencias suntuarias.



José G. De la Lama (1867-1975) se asoció en 1905 con el ingeniero belga Erghard Zwicker y para la siguiente década, actuó como agente inmobiliario de don Alejandro Escandón y desde entonces su inmenso impacto urbano se conoce luego de su asociación con Raúl A. Basurto (ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2013/04/de-la-lama-y-basurto-sa.html)

Arriba, una imagen de las casas edificadas en 1905 sobre la calle de Marsella por la mancuerna Zwicker/De la Lama; abajo una imagen de 1906 que pertenece a la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en que se observa un de grupo de casas –en proceso de construcción– al cruce de las calles de Veracruz (a la izquierda -ahora Av. Insurgentes-) y Oaxaca (a la derecha) con un letrero en que se lee: “DE LA LAMA Y ZWICKER INGs ARQUITECTOS, CALZADA DE LA REFORMA N°5”



En el despacho de diseño, De la Lama contrataba a jóvenes ingenieros y/o arquitectos como el propio Zwicker y eventualmente a estudiantes como José Luís Cuevas, Francisco J. Serrano y Enrique Aragón Echeagaray, incluyendo a sus propios primos y hermano, cosa que queda manifiesta con la amplia variedad estilística en el diseño de fachadas e interiores. Abajo, en una fotografía contemporánea -en que se acusa innegable deterioro-, el grupo de “casas juntas” de la calle de Havre, edificadas en 1906 por Zwicker/De la Lama.



De la Lama y Zwicker construyeron entre 1905 y 1911 una sorprendente cantidad de casas en la colonia Paseo (desde Reforma hasta Marsella) y varias edificadas en la colonia Roma, como media docena en la privada de Flora (de las que varias se conservan en magníficas condiciones), Colima 211, 224 – 232 (que aún sobreviven en buenas condiciones), la manzana limitada por Durango, Tonalá y Veracruz -ahora Insurgentes- (de las que varias con frente a Durango se conservan), o Chihuahua 107 (desafortunadamente demolida), entre muchas otras…



Nos dice Katzman que De la Lama y Zwicker introdujeron… “en sus casas muchas innovaciones en cuanto a comodidad; les gustaban los románticos miradores en las azoteas y hacían series de casas en que cada una era de diferente estilo.” Agrega además que muchas “…se vendieron a crédito y fueron financiadas por el Banco Mutualista del Ahorro, que estaba incorporado al Banco Americano.”

Nunca he logrado averiguar si la casa de Jalapa 43 se edificó para venta o fue encargo específico, pero quedó terminada en 1909, con dos niveles principales, un semisótano y torreón con mirador, con fachada de un eclecticismo que reta clasificación y que debió ser asombrosa en el entorno…


La edificación se separaba de las colindancias y agrupaba en derredor a un volumen principal de cuatro niveles coronado con mirador y en torno al que se agruparon terrazas, escaleras, accesos, balcones y salones diversos; los tres volúmenes principales remataban su alzada con un peculiar alero metálico, creado -sin duda- con la intención de proteger los elementos decorativos de los escurrimientos de lluvia. He encontrado un par de bocetos con iniciales “EZ” que parecerían corresponder a la casa, pero no es sino hasta 1917 que hay información confiable…


Para Noviembre de 1917, la propiedad quedó a nombre de María Magdalena Rodríguez Ortiz de Zárate, esposa del senador Juan F. Barragán Anaya y madre de sus nueve hijos (Concepción, Carmen, Guadalupe, María Dolores, Miguel Francisco, Juan Bautista, María de los Ángeles, Salvador y José Antonio) y con prontitud se preparó para la boda de María de los Ángeles, que casaría el 11 de septiembre 1918, en Nuestra Señora de la Piedad "Romita", con el sinaloense Fernando Cuén Casares.


Don Juan F. Barragán Anaya encomendó al ingeniero José A. Cuevas y al arquitecto Francisco Centeno ampliar la casa de Jalapa 43, con espacio que hiciera de la casa un buen sitio para recibir y encargó que ese aumento hacia el poniente y contra la colindancia sur, estuviera bien iluminado y delimitado por una resplandeciente “vidriera artística” que suministraría Claudio Pellandini, con quien tenía tratos en su tienda del N°10 de la 2ª de San Francisco; en la foto de abajo, tomada en 1919, parte de la fachada norte de la casa original y su ampliación, con vidrieras de la Casa Pellandini.


La ampliación que formaba una amplia “C” en torno a un nuevo espacio de doble altura, tendría una primera aportación relevante en lo que se refiere a la manera de cimentar el volumen agregado; el ingeniero José Antonio Cuevas, consciente del problema que representaba el suave subsuelo de la Colonia Roma, diseñó la primera “cimentación compensada” que años después daría lugar al revolucionario “Sistema de flotación elástica” que él mismo usó en el “Edificio el Moro” de la Lotería Nacional en Paseo de la Reforma N°1, edificado en el predio que había ocupado la casa De la Torre y Mier/Díaz (ver: https://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2012/11/la-casa-de-la-torre-y-mier-diaz.html)

Por otro lado, está el sorprendente diseño que para la escalera interior haría el arquitecto Francisco Centeno de Ita, conocido en la escuela de Bellas Artes de la Academia de San Carlos por su curso de Geometría Descriptiva, en el que exploraba la representación de estructuras complejas, y además de “sus finas monteas” era recordado por los modelos de graderías helicoidales que salpicaban su estudio.


Para la casa Barragán / Rodríguez, Centeno diseñó una espectacular escalera helicoidal “al aire” –sin apoyos intermedios– y fabricada exclusivamente en madera ensamblada, que comunica la ampliación de la planta principal (medio nivel arriba) con los pisos altos y permitía aprovechar el iluminado espacio central a manera de galería.


La escalera se sostiene únicamente de sus inserciones arriba y abajo, y aunque es difícil mostrarlo en fotografías, el efecto de ligereza resulta sorprendente; el resultado puede entenderse mejor con la imagen de un diseño metálico en una estructura contemporánea…



En general, Centeno y Cuevas se mostraron particularmente respetuosos con la decoración preexistente en la casa, repitiendo donde fuera necesario los mismos elementos (particularmente las hojas da acanto) en cornisas, rodapiés y carpintería, aunque “modernizando” la apariencia de los nuevos espacios; además incorporaron servicios de vanguardia, que incluían calentadores para agua y nuevos excusados de cadena.



Con esos avances, la casa permaneció por años y enfrentó la parte más compleja de la revolución armada, cuando Juan Barragán Anaya se incorporó al Congreso Constituyente, fue perseguido por el gobierno Huertista y salió del país, mientras que sus hijos Juan y Miguel se incorporaban a la lucha. Abajo, don Juan Barragán Anaya con sus hijos Juan y Miguel en 1918.



Juan Barragán Rodríguez (hijo) tendría una importante presencia durante el proceso revolucionario, al lado del presidente Carranza y alcanzando el grado de general. Luego de la muerte de don Venustiano, sería perseguido por Obregón (que habítaba a un par de calles, en la avenida que ahora lleva su nombre) y sentenciado a muerte, transe en el que cuenta la historia la casa de su madre jugó un papel significativo…


Y dice el pié de foto en la imagen de Casasola:
"La casa de doña María Magdalena Rodríguez Ortiz de Zárate, custodiada por el ejército en 1920, después de que su hijo, el general Juan Barragán Rodríguez, se fugó de esta casa, a donde asistió a despedirse de su madre ya que lo iban a fusilar. Obregón la tuvo cercada por más de dos meses…”




Doña María Magdalena Rodríguez de Barragán siguió habitando la casa hasta su muerte, a los 99 años, en 1961; luego, quedó en manos de su hija María Dolores que había casado en 1907 con Mariano Moctezuma y cuya descendencia, en manos de José Luís Moctezuma conservaría la casa de Jalapa N°43 hasta el inicio del Siglo XXI.
Arriba, el general Juan Barragán Rodríguez; abajo, en una imagen tomada en la escalera helicoidal de la casa, al centro don José Luís Moctezuma Barragán con sus hijos Alejandro, Elsa y Guillermo Moctezuma Arvizu (entre otros).



La casa se volvió contexto acostumbrado para los visitantes de la Colonia Roma y alumnos de las escuelas que ocupaban las residencias de enfrente; además, la casa contigua se destruyó y edificó en su sitio un edificio de departamentos. Las cosas cambiaron en septiembre de 1985, ya que luego de los sismos, las inmediaciones modificaron por completo su dinámica y la casa pasó a ser ocupada por la familia Bonilla…


Arriba, una imagen de la casa en los años noventa; abajo, una toma de Google-maps en que he marcado el terreno de la casa, a la sombra del edificio adyacente…



Ya en el siglo XXI, la casa se puso a la venta y fue nuevamente intervenida con el propósito de utilizarla como residencia, ahora de un anticuario; se refrescaron algunos interiores y renovaron instalaciones, manteniendo buena parte de las características originales, incluida la escalera. Lamentablemente se retiraron los singulares aleros, así como la decoración de la cornisa de la torre-mirador…



Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay 60), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…

También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html

Abajo, la casa en Noviembre de 2016.





















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viernes, 14 de octubre de 2016

La casa Domit / Gemayel en Polanco.




Frente al parque del fraccionamiento Polanco-Reforma, sobre la calle dedicada a Emilio Castelar, y haciendo esquina con la calle que rinde homenaje a Calderón de la Barca, se edificó entre 1939 y 40 la casa que para don Antonio Domit Dib y su esposa Lili Gemayel Gemayel, diseñó el arquitecto Leonardo Shafik Kaim.

Don Antonio Domit Dib fue un destacado miembro de la comunidad Libanesa en México que fundó con sus hermanos una próspera manufactura de calzado que se estableció en la esquina de las calles de Progreso y Prosperidad –colonia Escandón–, empresa donde se fabricaba el “Calzado Domit S.A. -Pie Moldeado-”, de magnífica reputación.



Originario de Bechele en Líbano, don Antonio nació cerca de 1887 y migró a México con sus hermanos Pedro y José, estableciendo una pequeña zapatería en el centro de la Ciudad de México. De ahí pasó a producir –como Presidente y gerente General de la firma–, “un millar de pares de zapatos por día de labor, con la mejor calidad existente en cualquier parte del mundo”. Consolidado el éxito, regresó a su tierra natal para presentar su patrimonio y hallar esposa…



Hacia 1938, casó con Lili Gemayel Gemayel, de la insigne familia Maronita de Amine Bachir Gemayel, hermana del polémico Sheikh Pierre Gemayel (الشيخ بيار الجميّل‎‎ 1905–1984) que fuera líder político libanés, y luego tía de Bachir Gemayel (Presidente electo de Líbano) y Amine Pierre Gemayel (Presidente de Líbano de 1982 a 1988); considerando que su hermano –aunque farmaceuta– lideraba la lucha por eliminar el mandato francés, los recién casados decidieron vivir en México, a donde viajaron en 1939 para establecerse en el nuevo fraccionamiento Chapultepec-Polanco, donde un importante grupo de la comunidad libanesa en México ya se asentaba…





Arriba, el “Plano de zonificación del fraccionamiento Chapultepec-Polanco”, que agradezco a Alejandro Leal y en el que he marcado el predio. El matrimonio Domit/Gemayel adquirió un magnífico terreno con superficie de casi 800 m², con frente sur de treinta metros y cara al parque del fraccionamiento -justo frente al “Reloj-Palomar” que Enrique Aragón Echegaray había diseñado para hermosear el sitio, y con vista al lago en cuyo centro se había forjado una “Isla con Acuarium”-, con una zonificación que claramente indicaba que la edificación debía respetar la norma de “Zona de Residencias Estilo Colonial”, estilo en boga en ese momento...



El fraccionamiento era una nueva aventura del arquitecto José G. De la Lama asociado con Raoul Basurto, que luego de comercializar los terrenos que habían pertenecido al “Hipódromo de La Condesa”, varias zonas de la Colonia del Valle y retomar el mercadeo del fallido “Chapultepec Heights” como “Lomas de Chapultepec”, urbanizaban ahora una fracción de la “Hacienda de San Juan de Dios de los morales” que había pertenecido a la familia Cuevas (ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2013/04/de-la-lamae-y-basurto-sa.html). En la imagen de arriba, el reloj palomar y abajo el lago y su “Isla con Acuarium”…



Parte del éxito del fraccionamiento estaba cimentada en la magnífica urbanización y servicios, solidez del terreno, y una arquitectura de vanguardia que desde 1938 había producido una sorprendente uniformidad estilística con suntuosas edificaciones sobre las avenidas Campos Elíseos, Julio Verne y frente al parque “de los espejos”, entre las que destacaban las de algunos miembros de la comunidad Libanesa, como las de las familias Bitar, Hajj, Slim, Ayub y Henaine.


Una de aquellas residencias fue la edificada frente al Obelisco de acceso al fraccionamiento (arriba) –entre el Paseo de la Reforma y Campos Elíseos– para la señora Silvia Kuri de Ayub (ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2011/04/la-casa-ayub.html) y construida por don Antonio Ayub en 1939 en ese estilo “colonial” o “Californiano” al que el arquitecto Carlos Obregón Santacilia en “Cincuenta años de Arquitectura Mexicana” de 1952, se referiría como “Estilo Polanco” en la sección de –ABERRACIONES– acusándolo de “Siriovaselinés” y “Barrocointestinal”.


Otra sorprendente residencia fue la edificada por el ingeniero Eduardo Fuhrken (foto de arriba) frente al parque (ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2011/03/la-arquitectura-neocolonial-de-polanco.html) para don Elías Henaine, del que Martha Díaz y Lourdes Macluf nos dicen:
“Don Elías repartió verdaderas fortunas en la Casa de la Suerte, expendio de billetes de lotería que instaló en 1929 en la calle de San Juan de Letrán. Cinco años antes había dejado la venta ambulante por la de billetes de lotería, que llevaba personalmente a sus clientes en los bancos y almacenes.”
Finalmente, vale la pena mencionar la casa de la señora Esther Taunenbaum de Grunstein (fotografía de abajo), edificada en 1941 también frente al reloj/palomar con diseño de los arquitectos Kalachky/Andrave (ver: http://polancoayeryhoy.blogspot.mx/2011/09/calderon-de-la-barca-n-51.html) y que al poco tiempo también pasaría a formar propiedad de una familia de origen libanés cuya historia está íntimamente ligada con la de la casa de los Domit/Gemayel.



El terreno con treinta metros frente al parque y 796 m², condujo a don Antonio Domit a encargar una residencia que gozara del amplio espacio jardinado delante del predio y saturar en buena medida el terreno con una edificación que sería encomendada al muy prestigiado y joven arquitecto de origen lbanés y egresado de San Carlos, Leonardo Shafik Kaim.



A pesar de una relevante cantidad de obras, el arquitecto Kaim ha sido prácticamente ignorado por los estudiosos de la labor arquitectónica del S. XX. ; además de su afición por la traducción, poesía y pintura, Leonardo Shafik Kaim fue autor de los proyectos para el “Hotel Emporio” sobre el N° 124 del Paseo de la Reforma, un par de pasajes comerciales en el centro de la ciudad de México, así como del significativo diseño para el “Hospital Fajer” de 1945 (ideado por los hermanos José, Antonio y Elías Fajer), edificio que ahora conocemos como “Hospital Veinte de Noviembre” del ISSSTE. Además, el currículo del arquitecto Kaim muestra varias casas, entre las que sobreviven –además de la Domit–, la que se edificó sobre la calle de Alfredo de Musset N° 32, también en Polanco, que ahora alberga al Instituto Mexicano para la Competitividad A.C., así como la espectacular residencia hermana en Paseo de la Reforma N°330 (Lomas) que desde hace algunos años ocupa Banca Santander.



Siempre ha sido interesante para quien observa, descubrir las notables similitudes entre las dos residencias, que retoman elementos del “Spanish Colonial Revival” de moda en la California de los años 20’ y 30’, mezclándolos con elementos de tradición mudéjar y decoraciones influidas por el barroco novohispano, llevando así el resultado a extremos decorativos sorprendentes –plasmados sobre una edificación moderna, pero decorada con cantera, herrería y referencias al pasado virreinal–, aunque indudablemente interpretados por un arquitecto de formación académica…



Para la casa Domit/Gemayel en Polanco, el arquitecto Kaim acudió a los elementos que el reglamento de Chapultepec-Polanco imponía desde 1938, haciendo una serie de adecuaciones que transformaron la edificación en un modelo singular del fraccionamiento.



Al revisar las plantas, nos damos cuenta que la masa edificada se separa de la colindancia poniente a fin de liberar el volumen visto desde el parque, creando un espacio central de múltiple altura –HALL–, en torno al que se desarrolla la casa y sobre el que se desplanta un torreón que remata la composición con un techo a cuatro aguas, cubierto de teja a la manera andaluza; aunque la masa edificada se adosa a la colindancia norte, un alargado volumen de dos pisos complementa la composición hacia el poniente, y con un remate curvo crea la ilusión de un pabellón suelto, rodeado por jardines.


La distribución acusa elementos de la tradición racional/funcionalista, que considera una distribución acorde a conceptos utilitarios, aunque ocultos tras una decoración que pareciera relegar esos preceptos…



El trabajo decorativo en herrería ornamental y talla de cantera son sorprendentes, cincelado que con un calado de inusual profundidad crea marcadas sombras, que destacan los diseños de figuras anclados en la tradición barroca, e incorporan además distintivos elementos neoclásicos que hacen de ese lenguaje decorativo una particularidad del arquitecto Kaim.



En la portada principal -que mira hacia el sur-, destaca una fastuosa ventana triforada, polilobulada y ostentosamente decorada, engarzada de hierros decorativos, emplomado y cristales biselados, que se vuelve punto focal sobre el pórtico de acceso y bajo la terraza de la torre-mirador, ventana que al interior domina el “Hall” de la residencia.





Accediendo a la casa por el portal de entrada, y traspasada la intrincada herrería de la puerta principal, el gran espacio central interior se desvela bajo aquel ventanal que ilumina el hall, soportado por una conspicua tribuna que retoma los motivos decorativos del exterior, usando ahora como centro una cartela (“Cartouche”) de tradición renacentista.



Ese gran Hall es sin duda el espacio más sorprendente de la edificación, porque a diferencia del tradicional vestíbulo de doble altura de las casas del período, éste cuenta mayor elevación y ventanas en los cuatro costados, introduciendo una poco común claridad.


Además, la doble altura se engalana con un fastuoso candil de diseño imperial y más de sesenta luces, cosa que agrega complejidad al eclecticismo decorativo que se complementa con una escalera -también de diseño imperial-, una sorprendente fuente de cristal (probablemente elaborada en Murano) y remata con plafones y yeserías neoclásicas, contrastando con la vistosa herrería interior y la omnipresente cantera gris tallada con hojas de acanto, roleos, modillones, ovas, conchas y hasta cornucopias…





Ese trabajo en cantera tallada se repite en diversos marcos y subdivisiones interiores, unificando la decoración de manera inesperada…



Dada la profusión decorativa, podría suponerse que en la casa Domit/Gemayel no tienen sitio los adelantos tecnológicos de la modernidad y estaríamos en un error: el diseño del arquitecto Kaim incorporó lo más avanzado de la tecnología residencial disponible durante el periodo de la guerra, integrando a ese aparente rescate histórico servicios sanitarios de avanzada, calefacción, calentadores automáticos para agua y cocina funcional diseñada de manera integral.



Un buen ejemplo puede darse con el baño de la recámara principal, que aunque decorado con molduras, puerta de madera con intrincada talla y vitral alusivo a una acuática escena con flamencos, se presenta revestido de mosaico industrializado y con puerta de vidrio esmerilado en la regadera, con mezcladoras en tina y regadera, además de regadera de presión y secadores…





En esa casa crecieron los hijos de la pareja, entre los que destacan Soumaya y Michel, a los que resulta interesante referirnos por un momento:

Soumaya Domit Gemayel fue una hermosa muchacha nacida en 1948 que se transformó en una mujer generosa y amante del arte; como en muchas historias, un giro curioso le hizo conocer a la familia que al otro lado del parque había adquirido la casa que de origen se había edificado para la familia Grunstein/Taunenbaum en 1941 y que era visible desde la terraza de la casa Domit.



La casa en la esquina de las calles dedicadas a Luis G. Urbina y Calderón de la Barca, fue adquirida por la familia Slim-Helú (Julián Slim Haddad 1898-1953 y Linda Helú) y era la residencia de Nour, Alma, Julián, José, Carlos y Linda Slim Helú; así, Soumaya Domit se haría novia de su vecino Carlos Sim.



Eventualmente, el matrimonio procrearía seis hijos, y aunque desgraciadamente Soumaya falleció el 7 de marzo de 1999 a los 51 años de edad, el nombre de Soumaya Domit de Slim ha quedado inmortalizado en los museos que llevan su nombre (uno en el barrio de Loreto y otro en la colonia Granada). Las fotografías que aparecen arriba y abajo, han sido tomadas del sitio web de la familia Slim-Domit.





Por otro lado está Michel Domit Gemayel, nacido en 1957, que por un largo período devolvió a la casa su esplendor original…



Luego de la muerte de su padre, Michel enfrentó la inminente quiebra del negocio familiar y la súplica de su madre Lili de salvar la casa; luego de los sismos de 1985, en Polanco se dio un vertiginoso cambio en el uso de suelo y varias de las residencias edificadas durante los años 30’ y 40’ fueron intervenidas o simplemente destruidas para edificar edificios de departamentos y oficinas.



Un ejemplo de esa transformación está en la torre de departamentos que se edificó luego de la demolición de la casa que había pertenecido al presidente Emilio Portes Gil, contra esquina de la casa Domit/Gemayel.



Luego de poner a flote la compañía y transformarla en abastecedora de artículos de vestir, Michel Domit decidió transformar la casa familiar –que hasta su muerte ocupó la señora Lili– en blasón de la marca, contratando en 1986 al arquitecto Ismael Rego para actualizar la estructura con la colaboración de José Luis Quiroz y Juan Sánchez Ahedo, trabajando todos bajo la supervisión del propio Michel.



Así, la casa conservó buena parte de sus características originales, mientras que el entorno se transformaba de manera acelerada…

La parte alta albergó oficinas corporativas, mientras que la parte baja recibía a los visitantes a las diversas facetas de la boutique DOMIT, que con el paso del tiempo expandió sus horizontes a ropa para dama y caballero e incluso llegó a ofrecer propiedades en Valle de Bravo.



La casa se conservó en magníficas condiciones como parte de “Michel Domit”, abierta a los visitantes y con mantenimiento ejemplar, hasta 2003 en que se dejó vacía y ofreció para otros usos…







Entre 2012 y 2013 se realizaron trabajos de intervención, a fin de subdividir el espacio interior a fin de transformar la casa en recinto para varios restaurantes; desafortunadamente, al exterior se han colocado una serie de lonas que –aunque no dañan la estructura original– dan al traste con la imagen de la edificación, y más parecieran el diseño de un escueto “lonero”…



Afortunadamente el interior ha soportado las intervenciones con entereza y se sigue presentando en toda la fastuosidad del diseño de Kaim en 1939. (Imagen tomada del blog del grupo de restaurantes)





Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; si utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Conforme haya más entradas (ya hay 60), aparecerán en el índice a la derecha de ésta página…

También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html